El marrajo es una especie de la familia del tiburón. Su carne en filetes, se parece un poco a la del pez espada, a veces al pez espada o al emperador los llaman marrajo. La primera, es la especie con la que más suele confundirse, incluso se cree que son dos formas de llamar al mismo pez, aunque su sabor y textura son muy diferentes.
Su sabor recuerda al del pez espada, pero resulta algo más áspero y con un sabor más intenso.
El pez espada, es azul o negro menos la parte del vientre que es plateada. El emperador es diferente, tiene el dorso azulado, grande y la cabeza pequeña. El marrajo en cambio, es de color azul oscuro en el dorso, más claro en los costados y blanco en el vientre, su hocico es cónico y puntiagudo y la boca es grande y estrecha.
Pertenece al grupo de pescados azules. Es un pescado muy jugoso y cada vez más apreciado en nuestra cocina. Posee una fuente de vitaminas y minerales entre los que destacamos fósforo, potasio, hierro y magnesio.
Ingredientes:
4 filetes de marrajo, 200 ml de leche evaporada, 4 de pimientos del piquillo, ½ vaso de brandy, perejil fresco picado, 4 dientes de ajo., aceite de oliva y sal.
Preparación:
Comenzamos adobando el marrajo, con dos dientes de ajo y el perejil picados.
Ponemos en una sartén un poco de aceite y rehogamos los pimientos cortados en tiras con dos dientes de ajos picados.
Vertemos un chorrito de brandy, dejamos que se evapore el alcohol y añadimos la leche evaporada y cocinamos unos minutos.
Pasamos por la batidora hasta conseguir una crema, reservamos.
En una plancha/sartén caliente, con una pizca de aceite, hacemos los filetes de marrajo a la plancha.
Servimos el pescado en un plato y salseamos con la crema de piquillos.